SAN TEÓTIMO,
Obispo y Confesor
† hacia el año 403
¿Tan necios sois, que habiendo comenzado por el Espíritu,
termináis ahora en la carne?
(Gálatas 3, 3)
- En Roma, santos Sulpicio y Serviliano, mártires, enterrados en el segundo miliario de la Vía Latina.
- En Roma, san Aniceto, papa, que recibió fraternalmente como huésped insigne a san Policarpo, para tratar juntos acerca de la fecha de la Pascua.
- En Constantinopla, san Teodoro, que fue llamado “Triquino” por el áspero cilicio con que se cubría, y condujo una admirable existencia en la soledad.
- En Córdoba, en la Hispania Bética, san Secundino, mártir. Mártir en Córdoba, durante la persecución de Diocleciano.
- En Embrún, en la Galia, san Marcelino, primer obispo de esta ciudad, el cual, oriundo de África, convirtió a la fe de Cristo la mayor parte de la población de los Alpes Marítimos, siendo ordenado obispo por san Eusebio de Vercelli.
- En Antioquía de Siria, san Anastasio, obispo y mártir, que durante el reinado del emperador Focas fue asesinado cruelmente por unos sicarios.
- En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Marciano, monje.
- En la región de Laurino, cerca de Pesto, en la Campania, santa Heliena, virgen, la cual, consolidada en el seguimiento de Cristo, abrazó una vida solitaria, en la que sirvió constantemente a Dios en las necesidades de los religiosos y de los enfermos.
- En Osnabrück, en Sajonia, san Vihón, obispo, que siendo oriundo de Frisia, fue enviado por el emperador Carlomagno como abad para evangelizar la región y, ordenado obispo de esta Iglesia, tuvo que sufrir mucho por Cristo.
- En Montepulciano, de la Toscana, santa Inés, virgen,,fundadora y abadesa.
- En Lancaster en Inglaterra, beatos Jaime Bell y Juan Finch, mártires: el primero, sacerdote, después de veinte años en otra confesión, la exhortación de una devota mujer le hizo reconciliarse con la Iglesia católica; el otro, padre de familia, campesino y catequista, por su fe sufrió durante muchos años la cárcel, el hambre y otros sufrimientos; ambos alcanzaron juntos el eterno gozo bajo la reina Isabel I.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SAN TEÓTIMO,
Obispo y Confesor
San Teótimo honró a Dios entre los pueblos bárbaros de la Escitia, a los cuales instruía en la fe, tanto por medio de conversaciones piadosas cuanto por sus predicaciones. Un bárbaro alzó la mano para apoderarse de él y quedó inmóvil en el aire hasta que el Santo hubo hecho oración por él. Esos pueblos, asombrados por su extraordinaria abstinencia, por su dulzura, por su caridad y milagros, llamábanle dios de los romanos. Murió hacia el año 403.